23 Los servidores de Saúl dijeron estas palabras a oídos de David y
David replicó: «¿Os parece sencillo ser yerno del rey? Yo soy un hombre
pobre y ruin.»
24 Comunicaron a Saúl sus servidores: «Estas palabras ha dicho
David.»
25 Respondió Saúl: «Decid así a David: No quiere el rey dote, sino
cien prepucios de filisteos para vengarse de los enemigos del rey.»
Tramaba el rey hacer sucumbir a David a manos de los filisteos.
26 Los servidores comunicaron a David estas palabras y la cosa
pareció bien a David para llegar a ser yerno del rey. No se había cumplido
el plazo,
27 cuando se levantó David y partió con sus hombres. Mató a los
filisteos doscientos hombres y trajo David sus prepucios que entregó
cumplidamente al rey para ser yerno del rey. Saúl le dio a su hija Mikal por
mujer.
28 Temió Saúl, pues sabía que Yahveh estaba con David y que toda la
casa de Israel le amaba.
29 Aumentó el temor de Saúl hacia David y fue siempre hostil a
David.
30 Salían los jefes de los filisteos, pero en todas sus incursiones
obtenía David más éxito que los demás servidores de Saúl, y su nombre se
hizo muy famoso.